lunes, 16 de mayo de 1994

El Salmo 23

El Glorioso Evangelio, Vol. 94, N’o. 5

por Virgilio Crook

Lección Cinco: Verso Uno

“Nada me faltará”

Dios tiene su manera para suplir las necesidades de los suyos.  Generalmente  emplea canales de una de dos fuentes.

(a.)  Nos da: provee de su gracia lo que no tenemos.  El tiene sus teclas, sus canales a través de los cuales hace llegar su bendición.  Así hizo con Elías junto al arroyo de Querib, mandó a los cuervos que le llevaran pan.  “Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.” 1º Reyes 17.6  Mandó unos cuervos para hacer llegar el alimento al profeta.  Cuando Israel, en el desierto, necesitó pan, carne, agua, etc., él ordenó al viento soplar y traer codornices para que su pueblo tuviera carne; hizo llover pan del cielo; abrió la peña e hizo correr agua como río. 

(b.)  Multiplica lo que tenemos: así hizo con la viuda de Sarepta, “no menguó el aceite ni disminuyó la poca harina.  Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.  Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la Palabra que Jehová había dicho por Elías. 1º Reyes 17.14, 16  Jesús usó esta manera para alimentar a una multitud de cinco mil personas con dos pececillos y cinco panes.  Sea la manera que fuere, la que el Señor utilice, su nombre es glorificado por suplir nuestras necesidades.  “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.”  Salmo 34.10  Puede ser que no tengamos grandes posesiones de riquezas en este mundo, pero no nos faltará lo que es para nuestro bien.  Cada día tenemos necesidades y cada día él renueva su misericordia para suplir esas necesidades.  “Bendito el Señor, cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación.” Salmo 68.19  La palabra colmar significa: “añadir hasta rebosar.”  Nuestro Dios nos da todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos o esperamos, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Ahora, pensemos en el otro sentido de la frase; “nada me faltará.”
(2.)  Puede significar que estoy satisfecho y contento también.  Podemos mirar desde este ángulo y encontrar dulzura en la frase: “nada me faltará.”  David estaba diciendo: “estoy contento y satisfecho con lo que mi Pastor me da.”  Una versión inglesa traduce esta frase: “no quiero más.”  La idea es tener los deseos limitados a lo que el Señor da.  El contentamiento no es virtud innata en el ser humano, notamos en la experiencia del apóstol Pablo que eso se aprende.  (Filipenses 4.11 y 12)  Lo que somos en esta vida, depende de la actitud de nuestro corazón.  Nuestro Pastor nos lleva por valles y montes, abundancia y escasez, para enseñarnos a estar contentos cualquiera que sea la situación; contentos con lo que él da.  Si suple en abundancia, es para nuestro bien; si suple lo justo, es para nuestro bien.  David expresó su confianza en la capacidad de su Pastor para suplir sus necesidades, ahora expresa su satisfacción y contentamiento con lo que recibe de él.  David estaba satisfecho y contento, pues, Jehová siempre da lo mejor.  Uno puede estar satisfecho porque comió mucho, pero no contento porque no comió lo que quería.  El aprendió ambas cosas como el apóstol Pablo.  Hemos notado su confianza en el Señor, de quien dijo: “Suplirá todo lo que os falta.”  Ahora dice: he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.  El ser humano vive descontento, por eso hay huelgas, etc.  Jesús enseñó  a los soldados, diciendo: “contentaos con vuestro salario.” Lucas 3.14  Nosotros, los hijos de Dios, podemos aprender la lección: tener los deseos limitados a lo que el Señor da.  El Señor Jesús le enseñó a Pablo, una oveja de su rebaño, por experiencias extremas.  Pasó el frío sin abrigo, con poca comida, a veces desnudez, hambre, etc.  Después le dio abundancia y en ambas situaciones él no se dejó dominar por las circunstancias, pues fue templado.  Las luchas obraron templanza en su carácter.  Aprendió a limitar sus deseos a la voluntad del Señor.  Si podemos agradecer al Señor en abundancia y en necesidad, es señal de que seguiremos adelante.

El secreto para estar contento en las cosas naturales es contentarnos con las bendiciones espirituales.  La vida espiritual es primero, si todo está bien en la parte espiritual, sin duda todo estará bien en la vida total del creyente.  Primero debemos estar contentos y agradecidos al Señor por esta enseñanza de gracia, porque es el alimento que satisface y contenta al nuevo hombre.  “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.” Hebreos 13.5  La manera de Dios es muy extraña, cuando su hijo está contento con lo que tiene ahora, con lo que él le da, entonces, le añade más bendiciones.  Aquí el contentamiento es uno de los requisitos para una vida cristiana normal, una  vida  espiritual fructífera.  ¡Cuántos frutos se pierden por falta de dicha actitud!  ¡Cuántas ansiedades se evitarían si tan sólo se limitara los deseos a la voluntad de Jesús!  Como oveja del rebaño de Jesús, necesitamos examinarnos y juzgar cualquier deseo que no es conforme a la voluntad de nuestro Pastor.  Para ello, será necesario comprender que el Señor cuida de nosotros fielmente, así evitamos muchas preocupaciones que, por no estar contentos, acarreamos y afectan nuestra salud espiritual y física.  Nuestro Pastor, Jesucristo, siempre nos da lo mejor, ¿cómo no diremos: “no quiero más de lo que El me da?”

La Palabra nos enseña que si el Señor no hace faltar las cosas básicas, debemos estar contentos.  (1ª Timoteo 6.6 al 10)  No es la voluntad de Dios que sus hijos sean pobres, él no quiere que su hijo mendigue pan; pero él quiere suplir, espera que su hijo esté contento con lo que él le da.  El ser humano ambiciona riquezas, se olvida que nada hemos traído y que nada llevaremos.  Fue la petición de Jacob a Dios que no le falte el sustento y vestido.  “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.” Génesis 28.20, 21  No buscó riquezas, aunque más tarde tuvo grandes posesiones, sino pidió lo básico.  También el sabio Salomón hizo una petición similar.  “No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová?  O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.”  Proverbios 30.8, 9  El Señor sabe de qué cosa tenemos necesidad y no la hará faltar, pues, es fiel.  Algunas ovejas, descontentas con lo que recibe de su Pastor, buscan satisfacción en las diversiones y cosas del mundo.  La Palabra llama todo eso; “pan que no sacia.”  “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?  Oidme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.” Isaías 55:2  Entre los hijos de Dios observamos a algunos que gastan esfuerzo, dinero y tiempo en lo que no satisface.  La palabra griega traducida en nuestro lenguaje “diversión:” significa: “reflexionar” o “conversar con uno mismo.”  La diversión es un engaño del enemigo, el creyente que busca divertirse, en lugar de reflexionar y meditar en lo que es bueno, hace lo contrario.  El hijo de Dios, descontento con el pan que le da su Pastor, va y gasta su dinero en lo que no es pan.  Si estuviese contento invertiría su dinero, esfuerzo y tiempo en obtener lo eterno.  Cada expresión de generosidad en pro del avance de la obra del Señor, es una inversión eterna porque él la recompensará abundantemente, no sólo en la eternidad, sino aquí mismo.  Somos privilegiados de poder colaborar con el Señor.


No podemos estar menos que contentos con lo que recibimos de nuestro Pastor porque él siempre nos da lo mejor para nuestro bien.  El justo Job aprendió la lección.   “¿Qué?  ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?  En todo esto no pecó Job con sus labios.” Job 2.10  De él no recibimos el mal.  Es cierto que muchas veces él permite al malo tocar lo que tenemos, etc., pero si amamos a Dios todo obra por nuestro bien.  Job fue zarandeado; pero no se quejó, aprendió a estar contento cualquier que fuese la situación.  El era rico, tenía hijos, hijas, posesiones, piedad, reputación, etc., y perdió todo en un día y se enfermó; pero estaba contento porque no era la abundancia de cosas naturales lo que le atraía, sino la comunión con su Dios.  En situaciones difíciles resalta el contentamiento del creyente.

Los Atributos De Dios

El Glorioso Evangelio, Vol. 94, N’o. 5

• Omnipotencia •

por Douglas L. Crook

(segunda parte)

“Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: que de Dios es el poder.”  Salmo 62.11

Dios es la fuente de todo poder.  El es el Omnipotente.  En la primera parte de nuestro estudio sobre la omnipotencia de Dios vimos su poder en la creación que hizo de la nada, en la milagrosa concepción de nuestro Salvador Jesús,  en su resurrección de los muertos, en el nuevo nacimiento, en su obra transformadora dentro del creyente y en la promesa de nuestra gloriosa resurrección.

En esta segunda parte de nuestro estudio vamos a recalcar que el Omnipotente se ha comprometido usar todo su poder y recurso a favor de los que le temen.  ¡Qué descanso maravilloso hay en saber que con Dios nada es imposible y que él es el que ha prometido protegernos y proveer todo lo que nos falta!  Necesitamos mirar todo lo que enfrentamos en esta vida a la luz de esta preciosa verdad: Nuestro Dios es omnipotente.

Contemplemos por un momento la protección del Todopoderoso de sus hijos.  Muchos creyentes viven toda su vida bajo la esclavitud del miedo de la ira de Dios.  Creen en Jesús y son salvos, pero tienen miedo que al fin y al cabo, pueden fracasar y ser perdidos.  Se preguntan “¿Qué pasaría si soy tentado por Satanás y fracaso y antes de poder arrepentirme muero o Jesús viene?”  “Seré perdido eternamente.”  ¡Qué esclavitud horrible!  Hay varias doctrinas que podríamos usar para librar al creyente de este error (Gracia, Justificación, Nueva Creación...), pero vamos a aplicar la verdad de la omnipotencia de la Trinidad.  “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.  Yo y el Padre uno somos.” Juan 10.27 al 30  Jesús es nuestro Buen Pastor y es responsable por la seguridad eterna de cada oveja.  Esa responsabilidad incluye la protección de cada oveja de su propia rebelión y obstinación.  Nuestro Pastor tiene poder para cumplir su deber.  Además, el creyente está en la mano del Padre, y nada ni nadie puede arrebatarle de su mano, porque él es mayor y más poderoso que todo demonio, todo hombre y aun mayor que yo y todos mis fracasos.  Pablo lo dice así, “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”  2ª Timoteo 1.12  Pablo había depositado su alma y espíritu en la mano del Señor.  Si usted ha confiado en Jesús para salvarle de su pecado y darle vida eterna, sepa que él es omnipotente y puede guardarle salvo.  “...Una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.”  1ª Pedro 1.4, 5  El Todopoderoso me guarda para mi herencia celestial.  Con tal confianza, el creyente no tiene que vivir en miedo y condenación, sino tiene libertad para servir al Señor en amor y para aprender a caminar en sendas de justicia.

También somos protegidos de los malos propósitos de los hombres que, por una razón u otra, están en nuestra contra en esta vida.  “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?  Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?”  Salmo 27.1  Si tenemos miedo que el hombre puede quitarnos de nuestra posición en la Iglesia, el trabajo, la sociedad o aun del hogar, vamos a luchar para defendernos con métodos desesperados y carnales o, por lo menos, no vamos a poder funcionar en nuestro lugar en una manera que glorifica al Señor.  Cuando los hombres se nos oponen, sea en asuntos espirituales o seculares, necesitamos recordar que servimos al Todopoderoso.   El creyente que vive por fe recibe de Dios cada posición que tiene en la  vida.  Dios nos ha colocado a cada uno en el cuerpo de Cristo como él quiso.  Nos ha dado a cada uno un ministerio.  Recibimos nuestro trabajo de él.  Vivimos dónde vivimos por su providencia.  Lo primero que debemos hacer cuando los hombres proponen oponerse a nosotros y quitarnos de una de estas posiciones, es estar seguro que estamos en esa posición por la obediencia a la dirección del Señor.  Si usted está dónde está por el poder de Dios, sepa que es solamente su poder que puede quitarle de ese lugar.  Si él escoge quitarle de ese lugar es para su bien y la gloria de él, y no vale la pena resistirle.  Esta vida está llena de hombres malos que usan la decepción y la crueldad para obtener la posición que desean y  que pisotean a cualquiera que está en su camino, pero no tenemos que tener miedo de ninguno de ellos porque somos protegidos por el poder del Omnipotente.  “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.” Salmo 91.1  Sométase a la voluntad de Dios para cada parte de su vida y podrá descansar en la sombra protectora del Todopoderoso.

Tenemos miedo de tantas cosas.  Las tememos porque pensamos que tienen poder para dañarnos o para impedirnos de alcanzar nuestras metas.  Nada ni nadie puede impedirnos de alcanzar lo mejor de Dios en esta vida o la venidera porque no tienen poder suficiente para resistir el poder de nuestro Padre Celestial.  Sabemos que Satanás y sus demonios son poderosos y que atacan a los creyentes con mucha ferocidad, pero “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”  1ª Juan 4.4  y  “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”  Santiago 2.19  ¿Por qué temblamos por causa de los que tiemblan por causa de nuestro Protector?  Aprendemos del libro de Job y de otras partes de la Escritura que el poder de Satanás es limitado por el permiso de Dios.  No puede hacer más que lo que Dios le permite hacer.  Si Dios le permite atacarnos en alguna prueba es porque Dios quiere usar esa prueba para purificarnos, fortalecernos o bendecirnos de alguna manera.  ¡Qué glorioso es el poder de nuestro Padre Celestial que puede convertir a algo provechoso, aun los ataques de nuestro enemigo!


Dios tiene poder también para suplir todo lo que necesitamos.  No hay una necesidad demasiado grande, ni una circunstancia demasiada compleja, que él no puede proveer lo necesario para glorificar su nombre.  ¿Qué es su necesidad hoy?  Su Padre suplirá cada necesidad suya en el espíritu, alma y cuerpo.  “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”   Efesios 3.20, 21  Sea lo que sea su necesidad, ore a su Padre Amante y descanse en su poder para hacer lo que usted precisa para alcanzar la plenitud de Dios.

Lecciones Sobre Daniel

El Glorioso Evangelio, Vol. 94, N’o. 5

por David Franklin

Lección Cinco, Capítulos 2.46 al 3.13

El final del capítulo dos parece muy satisfactorio, Daniel y sus compañeros siendo ascendidos a lugares de  alto honor.  Pero para los ojos que disciernen, dos omisiones pueden ser notadas de parte de Nabucodonosor.  Estos errores guiaron a la confrontación registrada en el capítulo 3.  Primero, Nabucodonosor adoró y honró a Daniel (Verso 46) pero no al Dios de Daniel.  El dio crédito al Señor diciendo:  “Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses y Señor de los reyes...” Verso 47  Pero note que todavía era cuestión del Dios de Daniel, no había una sumisión real en su corazón.  Daniel había sido útil a él, a Daniel se le diría que él tenía un Dios maravilloso, pero él, Nabucodonosor, seguiría sin cambiar, sirviendo sus propios dioses.  Qué triste omisión. 

Entonces, en el asunto de la promoción de Sadrac, Mesac y Abed-nego, era Daniel quien sugirió honrar a quienes honraron al verdadero Dios.  Si el rey no tuvo interés en honrar y aceptar al Dios de Daniel, menos interés tuvo en honrar al pueblo de Dios.  El estuvo de acuerdo con Daniel cuando él sugirió que sus amigos fuesen puestos en autoridad con él, probablemente se sintió bien al hacerlo así.  Pero todavía no reconoció que si la fe en Dios hizo de Daniel lo que el era, otros con la misma fe eran tan importante como Daniel.  Su fracaso en reconocer el valor del fiel pueblo de Dios era otro serio error.

Después de un periodo de tiempo, Nabucodonosor emprendió un proyecto, el cual le llevó a un conflicto directo con el Dios de Daniel, y aún con los piadosos compañeros.  Levantó un enorme ídolo de oro (como noventa pies de alto y nueve de ancho) y ordenó una reunión especial, de modo que sus oficiales pudieron unirse con él en su idolatría.  No necesitamos mirar lejos para darnos cuenta de donde salió con esta idea.  Dios le dio un sueño concerniente a una gran imagen, cuya cabeza de oro representaba al mismo Nabucodonosor, él entonces levantó una gran imagen de oro.  El paralelo está muy claro para estar equivocado.  Se equivocó de la lección del sueño.  En vez de ver el fin de aquellas cosas, recibir advertencia y someterse al poder de Dios, él sólo vio el comienzo brillante y se deleitó en la gloria terrenal, la cual él poseía.  Tampoco podemos dudar que, de cualquier modo el rey haya presentado sus motivos en este asunto, él estaba actuando para tomar la adoración del hombre en su propia persona y poder.  

Esto indica otro terrible y peligroso paso equivocado de parte del rey.  El cayó en el error, el cual muchos otros han seguido.  El tomó algo bueno y verdadero, lo cual Dios le ha revelado e hizo con ello algo malo, algo falso, que era en oposición a Dios.  ¿Cómo?  Colosenses 2.18  advierte de una clase de hombre que atrae a la gente a la adoración de ángeles, “entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal.”  2ª Pedro 3.16 habla de los escritos de Pablo,  “entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.”  El hombre de Colosas ciertamente había visto algunas cosas verdaderas.  Si solamente se aferrara a ellas, esperando en Dios para mostrarle más verdad, cuando él estaba listo, él hubiera continuado muy bien.  En cambio, eligió razonar con su mente carnal.  En esto él estaba actuando por medio del orgullo y confianza en su propio poder de entender las cosas del espíritu; él estaba “hinchado”.  El salió con algo para añadir a lo que Dios le había mostrado al principio, pero estaba errado.  El solamente estaba haciendo oscuras suposiciones acerca de cosas que él nunca había visto.  Para apoyar tal conclusiones erradas, el hombre invariablemente debe comenzar a torcer lo que ya se le ha revelado, para hacer encajar con lo que ya ha decidido.  Tal curso es el resultado de ignorancia, de rechazar las oportunidades de aprender de Dios y su verdad.  Este es el camino que Nabucodonosor siguió para llegar desde su sueño dado por Dios a la imagen idólatra en el campo de Dura.  De la orden del rey, ordenando a todos a adorar el dios que él había hecho, diremos poco.  Note dos cosas.  Primero, como es a menudo el caso con la corrupción de la verdad, el temor era el mayor estímulo para que la gente se inclinasen y se uniesen a él en su error.  “Un horno de fuego ardiendo” para aquellos que no obedecieron, era el único incentivo en esta adoración malvada.  También la música jugó un papel importante.  No criticamos música ni instrumentos musicales, David usó canciones e instrumentos de música para glorificar a Dios y bendecir a su pueblo.  El Nuevo Testamento nos anima a seguir ese modelo.  No obstante, la religión falsa, a menudo provee instrumentos y orquestas más impresionantes de lo que lugares de adoración verdadera pueden.  Sea impresionado por la verdad y por la fidelidad de la revelación de Dios, y no por el tamaño de los ídolos del hombre o la calidad de su música. 

Antes de llegar al maravilloso conflicto que se presentó entre este rey gentil y los tres judíos piadosos, tal vez deberíamos preguntarnos, ¿qué pasó con Daniel?  Su ausencia en esta reunión de los hombres más prominentes del imperio, es evidente.  ¿Le disculpó Nabucodonosor para no asistir a este terrible servicio de adoración?  El rey pareció tener un ciego e ignorante respeto por este hombre, cuyo Dios él no quiso.  Daniel no pudo haber sido lisonjeado por esa reverencia fuera de lugar, pero tal vez eso explica por qué él no estuvo en el campo de Dura aquel día.  Aunque no podemos saber con certeza dónde estaba Daniel, podemos estar seguro que, tal como sus tres compañeros habían orado cuando él fue en el centro del escenario delante del rey, también él estuvo orando por ellos en este día.  

Nabucodonosor no pensó en estos tres hombres quienes eran tan fieles como Daniel y quienes al igual que él no se postrarían delante de un dios falso.  Esto parece (y era) una terrible, insensible actitud, pero recuerde que Dios la usó.  Su mismo acto de rebeldía fue usado y trajo otra demostración de la grandeza del Dios de los cielos y de la tierra.  También nos da oportunidad para ver el testimonio de fe, el cual Dios había escondido en los corazones de Sadrac, Mesac y Abed-nego.  De otro modo tal vez no hubiéramos visto lo que Dios había hecho en ellos.  Verdaderamente, servimos a un Dios grande, que puede tornar todas las cosas, aún pecado, para su propósito.  Si usted no cree que él hace esto, recuerde la maldad fría de los hombres religiosos quienes  conspiraron para crucificar a Jesús.  “Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.”  Romanos 5.20  En el capítulo 2, cuando los magos no pudieron cumplir con las demandas de Nabucodonosor, su ira fue terrible.  La ocasión delante nuestro no fue diferente.  El verso 13 dice que cuando el rey oyó que Sadrac, Mesac y Abed-nego rehusaron obedecer su decreto malvado, ordenó “con ira y enojo” que les trajesen delante de él.  No olvide que la religión impía es la fuerza más brutal y sedienta de sangre sobre la tierra.  Vea Gálatas 1.13 al 14.  ¿Qué hizo de Pablo el principal de los pecadores?  El hecho de que era “excesivamente celoso en un sistema religioso que rechazaba el plan de Dios.  Cuando estos hombres no se unieron con él en su pecado religioso, el rey estaba listo para matarlos.  

Satanás tiene un plan con el cual propone desbaratar el propósito de Dios.  Lea 2ª Tesalonicenses 2.3 al 8.  El pondrá adelante a un gobernante gentil, quien buscará tomar para sí la adoración que pertenece al Rey de los judíos.  El hombre será la “bestia,” el anticristo, el hombre de pecado, “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios.”  Dios no le dejará que tenga éxito, y verdaderamente, él no permitirá que ese plan comience su curso hasta tal tiempo que él elige.  Satanás estando en rebelión contra Dios, sigue procurando llevar a cabo su plan antes del tiempo que Dios ha propuesto permitirlo.  “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad”  dijo Pablo en 2ª Tesalonicenses 2.7  “Este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.”  1ª Juan 4.3

Dios ha permitido que los comienzos falsos y los fracasados esfuerzos de Satanás sean usados para un propósito bueno:  ellos dan un cuadro de lo que debe venir cuando el anticristo tome su terrible lugar.  De este modo, una vez más vemos prefigurados en los actos de Nabucodonosor lo que va a ocurrir cuando Dios alce su mano y dé rienda suelta a Satanás por un poco de tiempo.  Acerca del falso profeta que fomentará el anticristo que aún ha de venir, Apocalipsis 13.15 dice: “y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.”  Una vez más vemos un paralelo muy claro, difícil de errar.  

No es el propósito primordial de Dios contar a los hombres acerca de aquellos eventos o de aquel hombre.  Jesús es el centro de todo lo que Dios revelaría al hombre.  El advierte contra el falso cristo, de modo que el hombre pueda confiar en el verdadero Cristo.  Jesús mismo amonestó; “Mirad que nadie os engañe.  Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.  Entonces, (eso es, cuando venga la gran tribulación) si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está no lo creáis.”  Mateo 24.4 al 5,23.  Dios quiere que nosotros, y también especialmente el Israel por venir, sepamos y creamos que Jesús es el Cristo, ya que él vino en la carne, no puede haber otro Cristo, sino sólo él.  La falta de aceptar y confesar esta verdad fundamental es lo que Juan llama; falta; “El espíritu de anticristo.”  1ª Juan 4.3  Cuando la serpiente comience su mascarada, mostrando señales y prodigios mentirosos, será necesario al hombre permitir a Dios mostrarle la falsedad de la manera de Satanás, para no estar engañado y atrapado en su red.  


Desde luego, no deberíamos esperar estar sobre la tierra cuando el peón malvado de Satanás ejerza su poder.  Apocalipsis 3.10 dice a un cuerpo de creyentes llenos de fe, “por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero.”  A pesar de las pretensiones de algunos maestros religiosos de nuestros días, quienes están hinchados en su mente carnal, acerca de las cosas que no han visto, la promesa de Cristo significa tal  como lo dice.  Dios ha prometido guardar a sus fieles del tiempo del dominio completo del anticristo sobre la tierra; él lo hará por sacarlos de la tierra.  Dios nos ha revelado estas cosas para que podamos ver su poder, y su propósito triunfante.  Su deseo para nosotros es que podamos animarnos para conocer y creer todo lo que él ha dicho que haría.  El obra a través de la fe y fidelidad de su pueblo.