Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Salmo 8.3-9
David contempla la bondad de Dios para con el hombre ante la inmensidad de la creación y expresa ¿Qué es el hombre? Como diciendo ¿Tanto se preocupa Dios por el hombre? Siendo que el hombre, en su capacidad y poder, es mucho menor que los ángeles; no teniendo poder como ellos. Es débil, es frágil y dependiente. "Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?" Isaías 2.22; "No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos." Salmo 146.3-4; "El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más." Salmo 103.15-16.
Pero generalmente el ser humano no quiere reconocer su debilidad, sino que se estima fuerte y auto-suficiente. En Apocalipsis 3.17 vemos cuanta soberbia encierra esta actitud "De ninguna cosa tengo necesidad". Así también diría el hombre, que ignorando su verdadera condición, preferiría depender de una hueca religión. "No tengo necesidad..." diría también el hombre que se considera justo a sí mismo. Pero la respuesta del Señor es: "no sabes; ignoras que eres un necesitado". Así es el hombre, ignorando su verdadera condición manifiesta su ingratitud; la auto-satisfacción de sí mismo y su falta de reconocimiento de Dios. Con razón David se preguntó ¿Qué es el hombre?
En la carta a los Hebreos capitulo 2 esta misma escritura es usada para mostrarnos un cuadro del Hijo del Hombre; de Jesús hecho hombre (Juan 1.14); de Aquel que se identificó con el ser humano tan suficiente en sí mismo y a la vez tan ignorante de su verdadera condición y necesidad. Pero Jesús se identificó con él para levantarlo de su profunda miseria. A pesar de la actitud de arrogancia departe del hombre, el verso 9 nos dice "para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos"
Esta gracia de Dios fue manifestada en Jesús y me recuerda cada día mi incapacidad y debilidad para enfrentar solo mi propia necesidad. Para esto vino Jesús, para identificarse conmigo en mi necesidad y gustar la muerte por mí para librarme de mi miseria; para librarme de mi estado caído y pecaminoso.
Por esta gracia ahora soy restaurado; tengo un fortísimo consuelo y tengo la compañía de Aquel que sabe lo que siento. Él puede entenderme y compadecerse de mí. Se identificó conmigo porque Él tomó mi lugar y me ama "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." Hebreos 4.15-16. Esta gracia será en mí una experiencia real y continua cuando yo me acerque a él y reconozca mi debilidad y mi incapacidad de sobrellevar solo mi carga.
En el Salmo 23 David también expresó "nada me faltará", como diciendo "de ninguna cosa tengo necesidad", pero cuan diferente es este tono comparado con aquel que habíamos notado en Apocalipsis 3.17. Aquí hay una actitud y una declaración de confianza y de humilde dependencia del Pastor de las almas, acompañado de una firme esperanza "y en la casa de Jehová moraré por largos días".
Meditemos en la actitud que tomamos delante de Aquel que cada día se interesa por el bien de nuestra alma..... y seamos agradecidos.