martes, 16 de agosto de 1994

El Salmo 23

El Glorioso Evangelio, Vol. 94, N’o. 8

por Virgilio Crook

Lección Ocho - Verso Dos

“Junto a aguas de reposo me pastoreará.” 

Una vez más, vemos que el bienestar de las ovejas depende del pastor, pues es él quien tiene que buscar la buena agua para las ovejas.  El sabe dónde está esa agua limpia, rica y saludable.  El tiene que preparar los pozos de agua y guiar las ovejas a ellos.  El cuerpo de la oveja se compone de casi 70% agua, más o menos igual al cuerpo humano.  El animal necesita mantener siempre ese nivel de líquido para tener buena salud.  Manteniendo el correcto nivel de agua determina la vitalidad, vigor, y fuerza de la oveja.  Una oveja sedienta busca su propia agua, y beberá de cualquier agua sucia.  Allí es dónde la oveja encuentra parásitos, porque la mayoría de las veces, toma agua tifoidea.  La oveja no sabe elegir su agua y si no se le trata en seguida, se enfermará o puede también morir.  La sed en el animal es indicación que el nivel de agua está bajo y hace falta restablecerlo por tomar agua.  Por la sed el cuerpo está pidiendo agua pura para mantener el 70% nivel de agua, y el animal responde tomando cualquier agua.
“Todos nosotros como ovejas.”  Dios nos ha hecho de tal manera que hay una sed constante en el alma del hombre.  Cuando creó a Adán, puso una sed en su alma que sólo él pudo satisfacer.  Hay algo en el hombre que clama a Dios, pero mayormente el hombre no se da cuenta de lo que es.  El cuerpo humano está, como el de la oveja, compuesto de 70% agua, y como la oveja, la sed indica bajo nivel de agua.  Lo único que el cuerpo está pidiendo con la señal de sed es AGUA, nada más, pero ¿cómo procuramos satisfacer tal sed?  Tomamos té, café, leche, maté, gaseosa, jugo, chocolate y un montón más de cada clase de líquido, pero el cuerpo sólo necesita y pide AGUA.  Así es en lo espiritual.  Considere lo que el salmista dijo: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.  Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”  Salmos 42.1, 2  Por supuesto, el hombre siente esa sed en su alma, y como la oveja, procura satisfacerla con cualquier agua, no importa que sea muy sucia.  De igual manera como el agua es la única cosa que el cuerpo humano pide y con el cual está satisfecho, Dios mismo es la única cosa que satisface la sed del alma humana.  Sin embargo, el hombre procura con los otros “líquidos.”  Él se ocupa de la sabiduría humana, la educación, y la ciencia.  Prueba el arte, la música, la literatura, y las novelas.  Sigue una carrera, busca compañerismos, viaja, y hace negocios.  Participa en los deportes, las actividades sociales, y hace afiliación en algún partido político.  Hay tantas cosas de las cuales el hombre prueba, procurando así satisfacer la sed espiritual que sólo Dios puede quitar.  Salomón es buen ejemplo de uno que había probado de todo en la vida y su conclusión fue “TODO ES VANIDAD” sin Dios en la vida.  Lea Eclesiastés 2.1 al 11.
Gracias a Dios, nuestro Pastor ha preparado pozos limpios, ricos, refrescantes de agua viva.  “Aguas de reposo” habla de aguas vivas, o aguas que corren.  Miremos un rato a un ejemplo en el antiguo testamento.  Génesis 26.19  “Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.  Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra.  Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.”   La palabra “viva” aquí significa “viviendo, vivo, crudo,” también tiene la idea de ser fresco.  Así, esos pozos tenían su valor por ser lugares de agua fresca y limpia porque fue agua que corría.  En la frase, “aguas de reposo,” la palabra “reposo” significa “consolación, una morada, confortable, tranquilidad, o quieto.”  Así podemos traducir la frase “aguas de tranquilidad o quietud.”  Cuando el hombre procura satisfacer su sed, el resultado es sólo vanidad e inquietud, pero nuestro Pastor satisface el alma y produce una indecible quietud a pesar de lo que nos rodea.  El hombre, después de hacer todo lo él hace para tener satisfacción, queda agitado, inquieto, nervioso y sin saber que hacer.  Muchas personas ricas, famosas, y exitosas han terminado sus vidas con violencia o en otra manera muy triste.  Sus almas tenían sed de Dios, clamando por él, y no se dieron cuenta entre toda su búsqueda en cosas y actividades naturales, que Dios era la única satisfacción para el alma.  Cuán distinta es la vida y la muerte de un hijo de Dios que ha aprendido la verdad de lo que David dijo en el Salmo 42.  
Medite sobre la hermosa invitación de Dios expresada por el profeta Isaías.  “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.  ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?  Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.”  Isaías 55.1 al 3  Dios le ofrece algo que satisface.  Mi amigo, si usted es creyente, no vaya buscando satisfacer su alma con el agua sucia de esta vida, enciérrese en la palabra de Dios y permita que él le dé la tranquilidad de alma que está buscando.  El hijo pródigo dijo: “¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!”  Lucas 15.17  Sí, en la casa de su Padre hay abundancia y no tiene que pagar nada.  Los que viven en pecado tienen que pagar el precio, pero gracias a Dios, Jesús ya pagó todo para nosotros.  Tal como Isaac sólo tenía que abrir los pozos que su padre Abraham había cavado, así venimos a las aguas vivas sin hacer nada, sino aceptar con corazón agradecido la abundancia de su gracia.  

“¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?”  Espero que usted no caiga en esta categoría, especialmente si usted es hijo de Dios.  ¿Cuántos están gastando sus vidas en balde en cosas que no dan satisfacción permanente.  En vez de invertir su dinero, aún lo poco que tiene, y  trabajo o tiempo en las cosas pasajeras de esta vida, sería mucho mejor invertirlos en adquirir conocimiento de la Palabra y aprender la verdad buscando el rostro de Dios y su Hijo Jesucristo.  Todos estamos haciendo esfuerzos en algo, mejor que sean para la eternidad y el crecimiento espiritual.  Vale la pena seguir a este sabio Pastor, porque así evitaremos muchos quebrantos inútiles de la vida.  La vez pasada tocamos un poco el peligro de los parásitos que vienen con el agua sucia.  Recuerde, usted puede evitar los parásitos, espiritualmente hablando, simplemente por tomar el agua limpia y saludable que el Señor ofrece.  Nuestro apóstol Pablo habla de la doctrina saludable como cinco veces en sus epístolas.  Habla de sana doctrina, sana enseñanza, y palabra sana.  Tomando el agua de sus epístolas, encontramos aguas de reposo, pues vemos dulce enseñanza que nos da tranquilidad sabiendo que nuestro Señor tiene todo bajo control, y nos ha dado inescrutables riquezas en Cristo.  Nuestro Pastor quiere guiarnos a través del día a aguas de reposo.  Gracias a Dios que podemos reposar en él todos nuestros días.

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