martes, 27 de mayo de 2014

Extracto de "El Desánimo"

...Maneras en que comúnmente somos desanimados por el enemigo.  

4) Para no recibir el Espíritu Santo.  

“¿Qué Padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?  ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?  ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Lucas 11.11 al 13  No hay padre tan malo que daría a su hijo algo que le va a dañar.  Nosotros, siendo humanos, no engañamos a nuestros hijos, mucho menos Dios a los suyos.  Él no dará otra cosa si le pedimos el Espíritu Santo; es la promesa de Dios para todos los creyentes.  Así dijo Pedro, “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” Hechos 2.39  El enemigo es astuto y sabe que un creyente lleno del Espíritu Santo es un creyente lleno de poder y le va a resistir, por eso procura desanimarle para no buscar ser llenado.  Él lanza diferentes dardos de fuego apuntando hacia la mente del hijo de Dios.  Fabrica teorías, e ideas no fundamentadas en la Palabra de Dios, como por ejemplo: - ya recibimos al Espíritu Santo al aceptar a Jesús como Salvador, y así que, no necesitamos buscarle, - el hablar en lenguas ya pasó, fue solamente para el tiempo de los apóstoles, etc.. El Espíritu Santo es las arras de nuestra herencia, es el poder de la vida nueva; así que, el creyente que no es llenado de ese poder, no goza una parte de su herencia; tiene vida, pero necesita el poder para que esa vida se manifieste en su plenitud. 

[Extracto de: El Desanimo por Virgilio Crook]

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