lunes, 5 de mayo de 2014

La Sangre Preciosa

Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.”  1ª Pedro 1:17-21

La sangre de Cristo es sumamente preciosa, es el precio de nuestro rescate.  “Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás.”  Salmos 49.7, 8  Si pudiésemos juntar todas las cosas de valor que hay en el mundo, todas juntas no alcanzarían para comprar ni una sola alma, porque es de gran precio la Redención.  

La sangre de Jesucristo es preciosa, porque es la única cosa que nos puede redimir.  “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.”  Hebreos 9.22  ¡Cuán preciosa es la sangre de Cristo!  Vimos el precio que Dios pide por el rescate y vimos también que sin fe es imposible agradar a Dios y así mismo también es indispensable el derramamiento de sangre porque sin ella no hay perdón ni remisión.  

[Extracto de "Cuatro Cosas Preciosas" por Virgilio Crook]

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